lunes, 2 de marzo de 2009

Kuma-san. Parte Dos

Pasaron algunos días hasta que volví a verlo. Yo estaba tejiendo en el telar cuando sentí una presencia, y de reojo pude ver que me miraba desde la ventana, oculto detrás de la cortina. Me acerqué simulando no haber percatado que se encontraba allí, y deposité en el marco un alfiletero confeccionado recientemente y que aún no había estrenado. Se me ocurrió que podría ser una buena almohada para alguien de su tamaño. Luego volví a mi silla y continué con mi tarea. A los pocos minutos se había marchado. Me quedé pensando en él, en como tiritaba la vez anterior, y en un cuento que me encantaba leer de chica, aquel del zapatero que luego de recibir la ayuda de unos duendecitos les confecciona, junto a su mujer, hermosos trajes, y pensé que tal vez yo podría hacer algo así para mi pequeño vecinito. Claro que en el cuento, el zapatero jamás vuelve a ver a los duendes, y mi intención era la contraria, yo quería saber más acerca de este ser.
En otra oportunidad, lo vi canturreando y a los saltitos en el patio, zigzagueando entre el pasto y esas flores amarillas silvestres que crecen en todas partes. Pero el hecho mas importante ocurrió hace dos o tres noches. Llovía. Yo había encendido una de esas velas de noche y en un momento yo encontré sentado junto a ella. Me miro a mi y luego a la llama, y como yo no parecía incomodarlo lo volví a saludar en japonés, tomé la guitarra y le canté una canción de uno de mis anime favorito, y en cuanto la terminé lo tenía muy cerca de mi. La lluvia continuaba cayendo fuerte, entonces, saqué algunos libros de la biblioteca, doble en varias partes una bufanda, encima coloqué su frazadita y mi ex alfiletero, y al lado, pero no muy cerca, la velita. Le dije “Hashimemashite, Kuma-san, dozo yoroshiku”*, y desde entonces pasa allí las noches, haga el clima que haga.


*encantada de conocerte, sr. Kuma.

(Vamos a ver si le puedo tomar una foto para la próxima)

1 comentario:

  1. Hola Luciana!
    Otra vez gracias, ahora por ese site que me enviaste sobre más mitones sinde(dos)! De allí salté a otro blog,y a otro y hace rato que ando en la web y volví para leer este hermoso relato! Es de tu autoría? De verdad es una ternura!

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