domingo, 7 de agosto de 2011

No sabía que podía bordar

El viernes fui a un taller de bordado que inauguraba una muestra sobre costura y bordado, era muy linda, había máquinas de coser antiguas, una rueca antiquísima con un diseño inusual (al menos para mí) muchas fotos, muestras de puntos e historias.
La invitación era llevar bastidor y tijera, allí nos prestaron tela, aguja e hilos de colores. Yo improvisé estos pajaritos. ¿Qué tul? ¡Me quedaron re simpáticos!
Dedicado a los emplumados que se comen las migitas de pan que sacudo en el patio.

4 comentarios:

  1. Qué lindos Lu!! Súper simpáticos!! Dónde los vas a poner?? Besosss

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  2. ¡Cuidado! ¡Bordar también es adictivo, ja ja ja1 Muy lindos los pichoncitos, besos

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  3. Te quedaron muy monos loas pajaritos :)
    Tengo muchas ganas de aprender a coser y bordar también... quizás pronto :Þ

    Ah! Y gracias por visitar y comentar en mi última entrada! Mi amiga Kristín Hrund es un amor... nunca nadie había preparado dulce de leche casero para mí! Y menos aún en un lugar donde nadie conoce el dulce de leche!

    Besines.

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  4. UYYYYYY te quedaron RE lindos! me encantó la dedicatoria :o) hiciste dibujito antes o así a aguja alzada?
    amorosor total!

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